domingo, 24 de junio de 2012

MUSICOTERAPIA PARA NIÑOS SORDOS



 Puede sonar a contradicción, pero ya verán que para nada. Los niños sordos también pueden disfrutar de la música y beneficiarse de sus cualidades terapéuticas a través de la musicoterapia.

Por empezar, hay que tener en cuenta que existen distintos grados de hipoacusia, desde casos menos graves, es decir, niños que sí perciben algunos sonidos hasta los completamente sordos que no son capaces de percibir la música pero sí las vibraciones y sensaciones que esta produce.

En este tipo de casos, se buscan otras alternativas para suplir esta carencia como educar al niño para que aprenda a sentir las vibraciones de la música y el ritmo en el cuerpo.

Así se acerca a los pequeños al mundo de la música como medio de comunicación, aprenden a expresarse, a desinhibirse y a reforzar su autoestima, incluso en muchos casos los niños sordos se integran perfectamente dentro de un grupo de niños oyentes.


Se ha comprobado además que la musicoterapia mejora la locución de los niños sordos. Ayuda a que el habla sea más rítmica y a través del canto consiguen reforzar la lengua, controlar la salivación y la respiración.

Sentir el ritmo en la piel les hace moverse, bailar, y así aprender a coordinar los movimientos corporales, desarrollar un mejor equilibrio y un mejor control de la postura.

Ya hemos hablado de los beneficios de la musicoterapia en niños y de sus ventajas en el tratamiento de niños con algún trastorno como es el caso de los niños con hiperactividad, incluso en la recuperación de bebés prematuros.


Los niños sordos también pueden ser beneficiados por esta maravillosa técnica.

1 comentario:

  1. Parece ser una interesante terapia para los niños con este tipo de déficit sensorial.
    Además de obtener las ventajas mencionadas en el artículo, a nivel pedagógico es una actividad que permite la participación de niños con y sin discapacidad, lo que supone una excelente tarea de integración, concepto que se olvida en la educación por el trato separado que se da a los alumnos con necesidades específicas de apoyo educativo.
    Pero aunque la actividad es muy positiva, hacen falta profesionales competentes que estén dispuestos a poner en práctica este tipo de habilidades en sus centros educativos, ya sean de educación especial o no.
    Por tanto, se precisa cualificación y compromiso en los docentes en el campo de atención a la diversidad.

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