Magisterio y Universidad ya negocian las especialidades
Los representantes de la escuela logran arrancar un compromiso al rector para ampliar las enseñanzas
Los responsables de la Escuela de Magisterio de
Vigo, dependiente de la Fundación San Pablo CEU y adscrita a la
Universidad de Vigo, negocian con la Universidad la implantación de
especialidades.
Tras iniciar la primera de una serie de protestas
para demandar la ampliación de los estudios, han logrado arrancar del
rector un compromiso.
La Fundación agradece a Salustiano Mato que haya atendido sus peticiones, reclamadas por la escuela desde hace tiempo.
Durante las conversaciones mantenidas entre
ambas instituciones, la escuela expuso con rotundidad su compromiso con
la calidad de la enseñanza. Por este motivo también se compromete a
adaptar las instalaciones para cumplir con los requisitos académicos que
exige la impartición de nuevas especialidades.
Según los responsables de Magisterio, el rector
ha expresado su voluntad de ofrecer al centro la posibilidad de
solicitar especialidades a partir del curso 2013-2014., de acuerdo con
el decreto de titulaciones de la Xunta.
De esta forma Magisterio descarta su pretensión de implantar los nuevos estudios el próximo curso como pretendía.
La dirección alegaba que si no se iniciaban en el
2012-2013 los alumnos se verían obligados a desplazarse a otros centros
para continuar las especialidades. Proponía como ejemplo la posibilidad
de impartir Audición y Lenguaje, inexistente en los otros dos campus de
la Universidad de Vigo. Comparaba la situación de la escuela viguesa
con las de Pontevedra y Ourense, en las que se imparten especialidades
como Educación Musical, Educación Física, Lenguas Extranjeras y
Pedagogía Terapéutica.
Con el objetivo de presionar, los alumnos de
Magisterio decidieron establecer un calendario de protestas, iniciado
con una marcha por la avenida de Madrid. El rector expresó su voluntad
de llegar a un acuerdo y mostró su desagrado por no agotar la vía del
diálogo antes de manifestarse públicamente.
La Escuela de Magisterio de Vigo cuenta con 450
alumnos y más de una veintena de profesores. Los responsables llegaron a
amenazar con un posible cierre del centro si no había una solución para
evitar la fuga de estudiantes.
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