El Gobierno prevé que
el peso de la enseñanza caiga del 4,9% al 3,9% del PIB en cinco años
De infantil a la
universidad, padres y profesores se unen en la protesta en todo el país
La educación española se enfrenta a un recorte sin precedentes. El
Gobierno prevé que entre 2010 y 2015 el peso de la inversión pública en
educación se reduzca del 4,9% al 3,9% del PIB, según el documento de ajustes
enviado a Bruselas por el Ejecutivo. Y España ya estaba por debajo del PIB
medio europeo. Esa bajada equivaldría a la pérdida de unos 10.000 millones de
euros en cinco años.
La
crisis y el tijeretazo se notan desde hace tiempo en la educación española: con
miles de profesores menos, suspensión de programas de apoyo escolar, ahogos
para pagar la luz o la calefacción... Y eso es solo el principio.
A
partir de septiembre, con el inicio del nuevo curso, se empezarán a percibir
buena parte de las consecuencias de la rebaja en los presupuestos educativos
desde 2010 (más de 3.000 millones) y de los otros 3.000 millones extra que
busca reducir el decreto aprobado el pasado jueves por el Gobierno. Unas
consecuencias aún inciertas, pues dependerán del ahogo económico y las
prioridades de cada autonomía.
En
esto ha insistido mucho la última semana el ministro de Educación, José Ignacio
Wert, al defender el decreto. Este fija un mínimo de recortes y ofrece nuevas
herramientas legales —principalmente, el aumento del número máximo de alumnos
por aula y las horas de clase que dan los profesores— para reducir plantillas
en unos 40.000, según el PSOE, y muchos más, según los sindicatos, pues buena
parte de las medidas afectan también a los colegios concertados y a la
Universidad. Según Wert, no queda más remedio que recortar, pero las medidas
apenas afectarán a la calidad del sistema, aunque se está pidiendo a los
profesores un esfuerzo en estos críticos tiempos con medidas “dolorosas”, dijo.
Estas también incluyen la posibilidad de aumentar unos 500 euros de las matrículas
universitarias (sobre una media de 1.000 al año), mientras se endurecen las
condiciones para acceder a las becas.
Pero
en el otro lado, representantes de toda la comunidad educativa (padres,
sindicatos y alumnos, desde la educación infantil a la Universidad) se han
movilizado porque sí creen que afectará a la calidad de un sistema que aún
necesita mejorar mucho (aunque está bajando, el abandono escolar casi dobla la
media europea: más del 26%). También creen que las más perjudicadas serán las
clases humildes: según un estudio de CC OO de Madrid, cuando se reducen
profesores, se recortan los apoyos para los que van peor. Piden preservar al
máximo la educación pública de los recortes, pues de ello depende, aseguran, el
futuro del país.
Jesús
María Sánchez, de Ceapa (asociación de padres mayoritaria en la escuela
pública), explica que tanto el decreto como el plan de ajustes enviado a la UE
han conseguido unir un movimiento de protesta que hasta ahora se había movido
como los recortes, por goteo. El martes próximo, en una inédita huelga
convocada en toda España en todos los niveles educativos, se verá hasta qué
punto lo ha hecho.
Para
el catedrático de Economía de la Universidad Carlos III Juan José Dolado,
“frente a una política de tabla rasa, la huelga está justificada; no lo está si
se trata de reducir la grasa sin afectar al hueso”. Por ejemplo, el aumento de
ratio “no reducirá la calidad especialmente en los colegios con alumnado más
homogéneo, pero será un grave error hacerlo en aquellos donde sea más
heterogéneo”. Dice que hay margen para recortar en Universidad, pero que se
debe invertir más en educación de cero a tres años y en FP. Pero lo que de
momento se ha aplicado, según la asociación de directores de centros públicos
Fedadi, es esa política de tabla rasa.
http://elpais.com/tag/educacion/a/
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