Las dos principales federaciones de asociaciones de padres de Francia
(la FCPE y el ICEM), a la que se unió la española Ceapa, solicitaron la
suspensión de los deberes escolares en primaria durante dos semanas, a
modo de experiencia y con la finalidad de abrir un debate sobre las
virtudes e inconvenientes de las tareas que los colegios mandan para
casa a sus alumnos.
Nosotros estamos a favor de los deberes escolares siempre que se cumplan algunas condiciones desde la escuela y en la familia.
Desde
la escuela. Se ha de organizar la carga extraescolar que reciben los
alumnos teniendo como referencia el 30-60-90, treinta minutos en los
primeros años de Primaria, sesenta en los últimos y noventa en
Secundaria.
Para ello, hay que personalizar los deberes, nunca representarán
un castigo y deben poder hacerlos los niños solos, sin ayuda de los
padres. Los trabajos deben ser creativos (que no sean un simple copiar y
pegar), no meramente repetitivos, encaminados a inculcar la
organización, la disciplina y el esfuerzo, hábitos decisivos para el
resto de su vida.
Cuando se mandan deberes han de ir orientados a practicar lo que se
ha aprendido en clase, no a aprender lo que no se ha hecho en clase. Un
deber puede ser el estudio o la lectura, de modo que los alumnos se
vayan acostumbrando poco a poco a esa actividad intelectual.
En la familia. Hemos de tener muy claro que los padres, aunque
tengamos formación, no somos sus profesores. El mayor error que podemos
cometer es hacerles nosotros los deberes: ese error puede venir de
nuestra mal entendida implicación o de que los deberes estén mal
planteados.
Ponernos a hacer las tareas con ellos no debe significar hacerlas
nosotros, sino motivarlos, interesarnos, ayudar. Mejor no sentarnos con
ellos, sino ejercer un control indirecto para que, por ejemplo, no se
entreguen cosas mal hechas. Los deberes no son responsabilidad de los
padres, sino de los hijos; si se los hacemos nosotros, no estamos
colaborando para que sean responsables.
Como siempre, el ejemplo es
fundamental. No podemos exigir que se queden una hora haciendo deberes y
nosotros no tener nada qué hacer. Mientras ellos realizan sus tareas,
nosotros podemos hacer las nuestras. Es cuestión de organizarse.
Los detractores de los deberes escolares argumentan que los niños
tienen que jugar. Eso es verdad, pero también lo es que el juego ha de
tener las mismas características que hemos dicho de las tareas. El juego
ha de ser creativo, instructivo y divertido, y llegar a ser autónomo y
formativo. Deberemos hacer que las tareas escolares comiencen siendo una
continuación del juego para que lleguen a convertirse en trampolines
para el estudio.
Como podemos ver, interesante artículo sobre este debate que ahora parece que se está poniendo de moda.
ResponderEliminarComo docente y padre, suscribo la línea del artículo y comparto las medidas a tomar tanto por la escuela como por la familia respecto a los deberes escolares.
Debe tratarse de deberes personalizados, creativos, complementarios a las tareas de clase, y donde los padres sean guías durante su realización.
Así se conseguirá fomentar los valores del esfuerzo, la disciplina y la organización, adquiriéndose el sentido de la responsabilidad.
Bien es cierto que los niños tienen que jugar, pero hay tiempo para todo en el día, sólo es cuestión de organización, y si además se consigue que los deberes sean un juego, entonces habremos cumplido el objetivo.
¿Qué opináis sobre ello?
Hola Pedro, estoy deacuerdo contigo en eso de las medidas a seguir por parte de la escuela y las familias, nosotros como docentes y algunos como padres ya estamos vivenciando estos aspectos que tan difíciles se nos hace poder enseñárselos a otros padres o compañeros. Por otro lado y uniendo uno de los comentarios que salió en una de las exposiciones del otro día y para eso el refranero español es sabio, "De tal palo tal astilla" por lo que debemos predicar con el ejemplo y no olvidar que los niños son niños y tienen derechos, si...pero también obligaciones y no por ser padres o profesores permisivos estamos siendo mejores educadores.
ResponderEliminarUn saludo.
Hola compañeros, considero muy interesente el artículo y a su vez vuestras aportaciones personales. Yo quiero ir más allá, el tipo de educación escolar tradcional que nosotros en su día vivenciamos siguen vivenciandola los alumnos de hoy en día, por lo que, aunque pensemos que la educación ha evolucionado, considero que lo que lo que ha evolucionado es la sociedad en la que valores como el trabajo, el esfuerzo, la responsabilidad... ya no se perciben de la misma manera y ello tiene su repercusión en la percepción que tenemos, seamos padres o docentes, hacia las tareas fuera del horario escolar. Comparto que el juego es importante pero a su vez es imprescindible que los niños aprendan valores como los que comentaba antes, y que están tan desarraigados hoy en dia. ¿Los deberes permiten potenciar esos valores?, o ¿somos las personas responsables de la educación de los niños quienes debemos incidir y buscar estratégias para fomentar esos valores en los alumnos?.Saludos
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